El comercio justo es un movimiento social global cuyas experiencias pioneras empezaron a finales de 1940 como respuestas alternativas al fracaso del modelo de comercio convencional. El Comercio Justo busca promover patrones productivos y comerciales responsables y sostenibles, así como oportunidades de desarrollo para los pequeños(as) productores(as), campesinos(as) y artesanos(as) en desventaja económica y social, respecto a los actores dominantes en el mercado.
El Comercio Justo es un modelo comercial que pone al centro los seres humanos y la sostenibilidad social, económica y ambiental de las sociedades; dignificando el trabajo, respetando el medio ambiente y fomentando una gestión responsable y sostenible de los recursos naturales.
El comercio justo facilita a los(as) pequeños(as) productores(as) organizados un acceso directo al mercado en condiciones justas y equitativas, creando un canal de comercialización sostenible, solidario y de calidad, lo más directo posible entre productores y consumidores. Con el ánimo de que se reconozca dignamente el trabajo de los productores(as) y sus organizaciones, de modo que los consumidores se comprometan con el desarrollo de sus comunidades. Además, busca garantizar a los trabajadores agrícolas y artesanales condiciones de trabajo dignas, promoviendo su asociatividad y empoderamiento.
A través de la certificación Fairtrade se establece un precio mínimo que permite que las organizaciones de pequeños(as) productores(as) reciban un pago que cubre los costos de producción y permite ingresos dignos para productores(as) y trabajadores(as). Además, las organizaciones reciben la prima Fairtrade, un ingreso adicional de acuerdo al volumen de ventas, que pueden utilizar para financiar iniciativas para mejorar la producción o proyectos sociales en sus comunidades.
Objetivos principales
Los elementos más importantes del movimiento de comercio justo son:
- La sostenibilidad integral, en todas sus dimensiones (social, económica y ambiental), con un enfoque de responsabilidad compartida entre todos los actores involucrados en las cadenas comerciales.
- Un trabajo profundo con quienes siempre han sido privados del acceso directo al mercado, promoviendo la asociatividad para que se conviertan en actores protagónicos del desarrollo local, y construyan relaciones comerciales justas y solidarias, transparentes, de largo plazo, que dignifiquen el trabajo de los seres humanos, que respeten las diversidades culturales, étnicas y de género, y que fomenten la sostenibilidad ambiental e intergeneracional;
- La promoción y el respeto de los derechos humanos y laborales, fomentando un justo reconocimiento del trabajo de trabajadores agrícolas y artesanales.
Otro objetivo fundamental del comercio justo es fomentar la cultura de un consumo responsable porque consumir significa elegir qué tipo de desarrollo queremos.